Naturalismo

10.05.2014 18:03

El Naturalismo es un movimiento que surge gracias al  Realismo en la segunda mitad del  siglo XIX donde se expande por Europa. A partir del seguimiento de los métodos  de la ciencia experimental este movimiento comienza tomar fuerza, pues los escritores pretendían aplicar en la literatura, sobre todo en la novela,  los nuevos análisis empíricos de la biología, la física, la medicina , etc.

En la época que surge el Naturalismo la filosofía positivista tenía gran influencia en los escritores  que se preocupaban  como primero en la realidad externa comprobarle por los sentidos y los entornos sociales. Por otro lado la  los avances científicos tendrían una constante  aparición en las obras literarias, la ciencia se convirtió en la respuesta a los interrogantes más grandes de la vida y  a partir de ello nacen dos géneros novelísticos: la novela policíaca y el relato de anticipación.

Los temas más recurrentes en las obras literarias fueron: La temática amorosa vista desde el amor imposible  donde los desenlaces son generalmente desastrosos, el matrimonio y dentro de él el adulterio. Las dualidades en las áreas religiosas e ideológicas, generalmente los autores imprimían sus posturas progresistas y anticlericales.  Los personajes  son variados, generalmente personas que obedecen a sus instintos primarios  desde alcohólicos hasta psicópatas.

El principal representante del Naturalismo es  el  francés Emile Zola quien entre 1871 y 1893 escribió 20 novelas  donde trató de plasmar  todos los aspectos de la vida y el comportamiento humano. Otros importantes escritores naturalistas fueron: Los españoles Pedro Antonio de Alarcón, José María de Pereda, Juan Valera, Benito Pérez Galdós.

 

Ejemplos:

Emile Zola

                                                                                                                                      
Cuento  Extracto del cuento “Simplicio”

“Había en otros tiempos -no olvides, Ninón, que yo debo este relato a un viejo pastor-, había en otros tiempos, en una isla que más tarde el mar devoró, un rey y una reina que tenían un hijo. El rey era un gran rey: su copa era la mayor del reino, su espada la más larga, bebía y mataba soberanamente. La reina era una hermosa reina: se ponía tanto maquillaje que apenas representaba cuarenta años. El hijo era tonto.

Pero tonto por completo, según decían las personas importantes del reino. A los dieciséis años acompañó a la guerra a su padre, el rey, que intentaba acabar con una nación vecina que le había hecho el agravio de poseer un territorio que él ambicionaba. Simplicio se comportó como un imbécil, pues salvó de la muerte a dos docenas de mujeres y a tres docenas y media de niños; lloró tantas veces como sablazos propinó su mano, y, además, la contemplación del campo de batalla, cubierto de sangre y sembrado de cadáveres, le causó tal impresión, inspiró tal compasión a su alma, que no comió en tres días. Como ves, Ninón, era un tonto en toda la extensión de la palabra.”

Juan Varela

Extracto de la novela Pepita Jiménez

“Así es que un día ambas se quedaron atónitas y pasmadas cuando, después de varios requiebros, entre burlas y veras, D. Gumersindo soltó con la  mayor formalidad y a boca de jarro la siguiente categórica pregunta:

—Muchacha, ¿quieres casarte conmigo?

Pepita, aunque la pregunta venía después de mucha broma, y pudiera tomarse por broma, y aunque inexperta de las cosas del mundo, por cierto instinto adivinatorio que hay en las mujeres y sobre todo en las mozas, por cándidas que sean, conoció que aquello iba por lo serio, se puso colorada como una guinda, y no contestó nada. La madre contestó por ella:

—Niña, no seas mal criada; contesta a tu tío lo que debes contestar: Tío, con mucho gusto; cuando Vd. quiera.

Este Tío, con mucho gusto; cuando Vd. quiera, entonces, y varias vece después, dicen que salió casi mecánicamente de entre los trémulos labios de Pepita, cediendo a las amonestaciones, a los discursos, a las quejas y hasta al mandato imperioso de su madre.”

 

 

 La ironía

Autoría Propia 

Muchos transeúntes a  esta hora en la ciudad, no puede hacer más calor, no puede. El afán se siente en el aire, todo el mundo debe llegar a un lugar, que importa a donde pero todos deben correr, porque todos deben llegar.  Traen consigo  el humor de puntas, la mirada pesada, como si llevarán el peso de la vida en la espalda.

 Falta poco para llegar a la estación del metro,  paso al lado de  un joven sin camisa que busca desesperadamente lo que no me importa, acompañado de una joven que parece espéralo, mientras son observados por un par de  hombres  que comienzan a caminar en dirección a él , la cosa iba bien hasta que después de pasar por su lado y avanzar un poco, oigo como le gritan, al instante volteo están corriendo detrás de mí, acelero el paso, el chico que iba adelante comienza a correr, yo sigo caminando pero con paso rápido, miró atrás , están peleando, patadas y puños por todas partes,  son muchos contra uno y una mujer, ¿Por qué la gente no hace nada?, a nadie le importa, si se matan que se maten.  Yo tampoco sé que hacer, sigo caminando.

Al llegar a las estación del metro veo como los policías  están serenos, no está pasando nada, solo que en el puente  unas personas crearon un lió, pero no pasa nada, mientras que no se escuchen disparos no pasa nada.  Al cabo de unos diez minutos hay una multitud de personas que miran fascinadas el show, los mismos hombres se ven  subir y bajar corriendo tras el mismo hombre y las misma mujer, nadie hace nada, al fin al cabo que pueden hacer sino mirar. ¿No?

 

Fuentes:

 https://www.auladeletras.net/material/real.pdf

https://www.ecured.cu/index.php/Naturalismo